22 de julio de 2008

TODO NUEVO, ALGO NUEVO, NADA NUEVO

Sin miedos nuevos al arte de nuevos medios

Como siempre, lo nuevo es tomado con reservas, crea miedos nuevos a los defensores del establecimiento. Pero como siempre lo nuevo se acomoda, poco a poco, porque siempre es progreso y trae nuevos puntos de vista, que enriquecen la vida.
Desde que el hombre-artista comenzó a utilizar todo lo que encontraba a su alrededor para plasmar sus pensamientos y sus sentimientos, se inicio el descubrimiento y la evolución de todo cuanto le fuera útil para optimizar su propósito y regularizar los métodos creativos de expresión.
Desde la utilización de la rama de árbol machacada, en lugar de los dedos, y, de ésta a los pinceles de pelos; desde que paso del caracol a la trompeta, la evolución de los medios creativos no se ha detenido. Cuando no se inventan las herramientas, los artistas son los usuarios más exigentes, y se mantienen alertas a la aparición de nuevas herramientas que les permitan multiplicar las posibilidades de revelar su mundo interior.
Con los nuevos materiales y herramientas, fundamentalmente cambian dos cosas: la relación práctica y metodológica del artista con el medio que utiliza y, la riqueza estética de la cossa creada.
En arte, la llegada de nuevos elementos no niega los anteriores, por el contrario conviven y se afirman, y hoy los artistas cuentan con el computador y todas las maravillas que encierra.
Tengo conocimiento de su incursión en el arte desde el año 66, cuando nuestro genio matemático del colegio, ya era un destacado estudiante universitario de física, y por eso le permitieron entrar al misterioso cuarto frio donde los elegidos podían operar el computador de la universidad, esa máquina tenía más de 18.000 tubos de vacío, consumía 200 KW de energía electrica, requería todo un sistema de aire acondicionado, y tenía la capacidad de realizar cinco mil operaciones aritméticas en un segundo. Con ella en sus manos se dio a la tarea de reproducir la cara del indio dibujada de la cajetilla de cigarrillos Pielroja. Le dedicó cientos de horas aplicando todos sus sofisticados conocimientos matemáticos, hasta que logro imprimir con puntos en forma de x, un torpe dibujo del perfil del indio, mientras cualquier persona lo hacía en menos de treinta segundos, idéntico al modelo. En cambio de sentirse derrotado, la terquedad del matemático pudo más, y continuo alimentando la maquina con formulas más complejas, ordenándolas en cientos de tarjetas agujereadas, hasta que consiguió que la enorme computadora, muy lentamente, codificara y digiriera hasta expulsar por la ranura lateral, una hoja de papel con la impresión de cara del indio idéntica al dibujo de la cajetilla, en un secuencia ordenada de xs. Ese era su propósito y lo logró, pero jamás algo diferente, creativo, la nueva herramienta solamente ejecuta la orden de un matematico, como cualquier dibujante técnico. Con la diferencia que imprime cuantas se le pidan, idénticas, como reproducidas con plantilla.
Más tarde, por el año 74 aparecen los microprocesadores, el éxito de la microelectrónica, se inventan "una computadora en un chip", o sea un circuito integrado independiente. Con estos circuitos integrados de alta velocidad armaron las microcomputadoras, pequeñas y baratas. Luego sacaron los clones alimentados con un software, o conjunto de programas, documentos, procedimientos, y rutinas asociados con la operación de un sistema de cómputo, que le da la “sabiduría” al computador, pues al cargarlos la máquina recibe una educación instantánea; y "sabe" cómo pensar y cómo operar. Esa maravilla invade el mercado, convirtiéndose en las computadoras personales, que en menos de diez años genera la revolución informática
Por esa época el acceso a programas de fácil manejo para los usuarios y más amables en su lenguaje de programación, despertaron la imaginación y la creatividad de los artistas y disparó el boom del arte de “nuevos medios”. Con esta fantástica herramienta, en evolución permanente, hace veinte años un estudiante de ingeniería, por el gusto creativo de programar en “su” computador, o PC de escritorio, ideo un elemental y común juego de carreras de carros. Este juego lo vieron curadores de arte y lo escogieron y expusieron como obra de arte en el museo de arte moderno, junto a otros artistas que ya comenzaban a manejar este medio como si fueran pinceles o pianos, o filmadoras, o maquinas de escribir.
Tanto en el primer caso como en el segundo, es evidente que ninguno de los dos buscaba invadir, ni traspasar los límites de su experiencia técnica-científica, al arte. Tampoco fueron “arte” las primeras fotografías, ni las primeras películas, llegaron a serlo cuando los artistas conocieron a fondo su técnica, se la apropiaron y la llevaron hasta el límite, a hechos plásticos y artísticos.
Con esta nueva herramienta, una vez terminada la obra, se “encapsula” en forma “virtual”, y existe tacita y latente en un disco dorado, capaz de morir en un cambio de luz o un estornudo magnético; o, ser eterna. Como de película. “Archivada” de esa forma, deja de existir como obra original, porque una vez grabada se pueden producir una o un millón con la misma calidad. De ese modo la obra se difunde más ampliamente porque a ese nivel de producción, bajan los precios, y, puede gozarla el espectador tal como la ideo el artista.
Quienes hicieron el cambio y brincaron del arte tradicional, al tecnológico se convirtieron en un nuevo tipo de artista, calculista y milimétrico, memorista de complejas e intrincada semiología que encierran formulas cargadas de poderes capaces de desatar fuerzas incontrolables. Su taller cambio, su actitud física frente al proceso creativo cambio. A pesar de que algún espectador desprevenido se asombre ante una composición estricta, geométrica y bella, sin imaginarse que es el resultado de una ecuación, resuelta por un programador en su computador. Pero no por usar computador se está en la vanguardia, ni por trabajar con los viejos métodos deja de ser actual, pues lo fundamentalmente importante es que la obra logre presencia y trascendencia, que es donde se evalúa la vitalidad del arte.
La aparición de nuevos medios ni hoy, ni mañana alteraran la esencia y la función del arte. La razón social y humana del arte no cambia, ni cambiara jamás la relación del artista con la obra, pues esta nace de las motivaciones, de su proceso creativo, de sus emociones, tampoco cambiara su relación con el público, el supremo juez de toda obra. No cambia ni el porqué, ni el para quien. Lo que sí cambia es el modo de trabajar y el resultado estético. Del mismo modo que los militares al cambiar y “modernizar” sus armamentos, solo cambia la rapidez y la eficacia en matar, pero no la motivación, de “ataque o defensa”, ni el objetivo.
De todas maneras estos nuevos medios siempre son descubiertos por pioneros, quienes se concentran en entender y descubrir las posibilidades “plásticas” y en desarrollar los métodos óptimos para su manejo. Esos primeros encuentros y logros con “lo nuevo”, se limitan al estudio de la forma y no del contenido, a lo externo y no a lo interno de la obra de arte. Esa es la etapa actual de este medio computarizado, el problema está en que se quede ahi.
En cuanto al espectador, al receptor, quien finalmente es el destinatario de la obra, al encontrar con un clic en el computador, un museo, o el trabajo de un artista, se favorece por la “comodidad”, de encontrar y gozar de esas obras, sin moverse de su casa. Del mismo modo que un melómano escucha un concierto bajo los más sofisticados sistemas de audio, sin ir al teatro. Mientras que el espectador coparticipe de la obra, va al concierto en vivo, se detiene frente a frente al objeto verdadero y real, donde puede percibir el alma y el cuerpo del artista entregando su talento. Jamás será lo mismo ver una estampita de la virgen, que verla en persona.
Será que este nuevo cincel logra romper la brecha entre ciencia y arte? O será que nunca han sido diferentes y todo fue una fallida definición de disciplinas?, o es que el arte no tiene leyes y la ciencia no tiene emoción?
Por eso en la lista de materiales del presente siglo es indispensable agregar a los pinceles, los carbones, los cinceles, las flautas y las mascaras, un computador con todos los juguetes. Al final, cada cual escoge el útil con que se identifica y le permita realizarse de la mejor manera.

3 de julio de 2008

“etc.”, taller experimental de arte

Santiago Ibáñez, en su epoca de estudiante en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Bogotá, fue el director y coordinador de las actividades del grupo "etc.". Con seis compañeros organizaron un laboratorio de actividades plasticas entre los años 1.965 a 1.970, en busca de nuevos métodos y filosofías para desarrollar sus posibilidades de expresion y comunicacion fuera de la academia estricta y determinista, lo que los llevo a convertirsen en pioneros de las instalaciones y vanguardias del arte de fin de siglo.

Estudiaron e investigaron nuevas tecnicas y nuevos procesos para tratar los lienzos con arenas, papeles, plasticos, materiales organicos consiguiendo nuevas texturas, usaron nuevos pinceles como raspadores, sopletes, navajas, tijeras, ácidos, entre otros, modificando el soporte y abriendo vacios, al mismo tiempo ideamos formatos irregulares buscando combinar la tridimensionalidad y la bidimencionalidad, abordando el proceso creativo sin medir, sin copiar.

Surgio de este modo un arte efímero, nuevo, directo, fuera de moda. Que no buscaba la perfección, por que la consideraban un vicio, y una propuesta jamás lograda y, menos en el arte, “porque es una realización del hombre, para el hombre, para su crecimiento y satisfacción, no para competir con una idea metafísica, o con la naturaleza. No buscamos la eternidad, porque es tan eterna que no es comprensible sino a través del presente continuo y cambiante”. Por eso trabajaron esculturas en hielo, en gelatina que en su proceso de extinción genera movimientos oscilantes que proyectan una luz siempre diferente, pues a cada momento ofrece nuevas formas y colores, en su devenir constante, como la vida.

Plantearon que: "el arte es uno", y por ello reunieron la poesía, la música, la pintura, la escultura, en una obra plastica unica, realizada por un artista integral, o por la unión de varios artistas, alrededor de un objetivo común y de un propuesta tematica y tecnica, en la que cada uno de los generos reunidos en la obra se manifestara, cada una con su identidad, su fuerza creativa y comunicativa, y que al mismo tiempo lograr su armonización plastica.

Realizaron siete “Instalaciones-ambientales”, buscando involucrar al ciento por ciento al espectador como co-autor , invitandolo a participar involucrandose intelectual y emotivamente dentro de la propuesta teórica: “Sujeto-Objeto-Arte-Acción”.

Esas instalaciones fueron: “I want you”, “Títeres”, “Manifestación de santos”, “Renacimiento”, “Gallinita Verde”, “Movimiento Estudiantil”, realizadas dentro y fuera de la Universidad, que generaron verdaderas cambios en el movimiento plástico del país, pues al ser rechazado de los Salones oficiales, organizó dentro de la Facultad de Artes, la Primera Muestra Nacional de Arte, sin mas jurado que el publico y con las puertas abiertas a toda manifestacion plastica.